Las cláusulas compromisorias, al facilitar el arbitraje, ofrecen una vía más rápida y eficiente para resolver conflictos, minimizando las interrupciones y los costos.

Por: María Carolina Sampedro.

Las operaciones mineras y de hidrocarburos son complejas y requieren una coordinación detallada entre múltiples partes interesadas, incluyendo empresas privadas, contratistas, comunidades locales y entes gubernamentales. En este contexto, los contratos que rigen estas actividades deben prever mecanismos efectivos para la resolución de conflictos. Una de las herramientas más eficaces para este propósito es la cláusula compromisoria, que permite a las partes acordar de antemano que cualquier disputa será resuelta mediante arbitraje.

Una de las principales ventajas del arbitraje es la capacidad de las partes para elegir árbitros con experiencia específica en la materia en disputa. En el contexto de las operaciones mineras y de hidrocarburos, esto significa que las partes pueden seleccionar árbitros que sean abogados especializados en derecho minero para disputas contractuales, o ingenieros de minas y geólogos para disputas técnicas. Esta especialización garantiza que los árbitros comprendan plenamente los matices del sector minero y de hidrocarburos y puedan emitir decisiones bien fundamentadas.

Ahora bien, para que una cláusula compromisoria sea efectiva, debe estar redactada de manera clara y precisa, previendo las diversas situaciones que pueden surgir durante la ejecución de las actividades extractivas.

La cláusula debe detallar el proceso para la selección de los árbitros, especificando las calificaciones requeridas en función de la naturaleza de la disputa. Por ejemplo, para disputas contractuales, los árbitros podrían ser abogados con experiencia en derecho minero y contratos comerciales; para disputas técnicas, es recomendable que los árbitros sean ingenieros de minas, geólogos, u otros profesionales técnicos relevantes; sobre disputas ambientales, los árbitros podrían ser expertos en derecho ambiental o ingeniería ambiental. Esta especificación asegura que las decisiones sean tomadas por individuos con el conocimiento y la experiencia adecuados.

Adicionalmente, es importante definir el lugar donde se llevará a cabo el Tribunal de Arbitraje, el idioma, cantidad de árbitros y requisitos previos para convocarlo.

Finalmente, la cláusula debe prever la obligatoriedad y ejecución del laudo arbitral, especificando que las partes se comprometen a cumplir con el laudo y que éste será ejecutable en cualquier jurisdicción competente.

En síntesis, la inclusión de una cláusula compromisoria bien redactada en contratos relacionados con operaciones mineras y de hidrocarburos, es fundamental para la gestión efectiva de disputas. Esta cláusula no solo previene litigios costosos y prolongados, sino que también ofrece flexibilidad, especialización y confidencialidad en la resolución de conflictos. Al definir claramente el ámbito de las disputas, los criterios para la selección de árbitros, los procedimientos de arbitraje, y los plazos, las empresas del sector pueden asegurarse de que cualquier discrepancia se resuelva de manera justa y eficiente, permitiendo que las operaciones continúen sin interrupciones significativas.

En SavviaLegal, contamos con un equipo especializado para ayudar a las empresas en la correcta redacción de los contratos y de cláusulas compromisorias. Nuestra experiencia en el sector minero y de hidrocarburos, nos permite ofrecer asesoría legal personalizada y de alta calidad, propendiendo que los contratos estén diseñados para proteger los intereses y facilitar la resolución de cualquier conflicto que pueda surgir durante la ejecución de las diferentes actividades.

Publicaciones Similares